Científicos e investigadores mexicanos utilizan las cascaras de cítricos especialmente naranjas como limpiadores orgánicos para el tratamiento de aguas residuales.
Investigadores de la Universidad de Granada (UGR), y del Centro de Electroquímica de Investigación y Desarrollo Tecnológico y el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial (CIDESI), ambos en México, han desarrollado un proceso que limpia el agua de metales pesados y compuestos orgánicos considerados contaminantes, utilizando un nuevo material que se produce usando las cáscaras de frutas, tales como naranjas y toronjas.
La investigación, en la que la UGR participa, ha servido para el diseño de un nuevo proceso por el cual, gracias a un tratamiento de caída de presión instantánea controlada, es posible modificar la estructura de dichos residuos, dándoles propiedades adsorbentes tales como una mayor porosidad y superficie zona.
El investigador Luis Alberto Romero Cano, de la Materiales Equipo de Investigación de carbono (Grupo de Investigación en Materiales de carbono) en la Facultad de Ciencias, Universidad de Granada, explica que, por un tratamiento químico posterior, han conseguido añadir grupos funcionales para el material, por lo que es selectivo con el fin de eliminar los metales y contaminantes orgánicos presentes en el agua que son dañinos.